
domingo, 14 de abril de 2013
El 14-A es la continuidad de un Proyecto: Industrializar y acabar con la Pobreza
Por: Red Bolivariana
El líder inmortal de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, siempre hablaba de la necesidad de un “salto cualitativo” del proceso revolucionario. Quizás tomaba como referencia los sabios escritos de Illich Ulyanov (Lenin). Lenin se planteaba, a principios del siglo pasado, la solución del problema sobre la producción de bienes y servicios en la extinta URSS. Pensó inclusive traer capitales foráneos -netamente capitalistas- para la conversión de una Rusia feudal en una Rusia industrial. Todo esto lo discutió con sus camaradas más cercanos. Muchos de ellos opinaron con ideas contrarias a las de Lenin. Pensaban que traer industriales capitalistas en detrimento de los capitalistas rusos era una contradicción. Se preguntaban entre sus dogmas, quiénes eran más renuentes a aceptar la filosofía socialista, si los capitalistas extranjeros o sus mismos compatriotas. Total todos eran capitalistas, al fin y al cabo. Pero Lenin estaba más allá de esas contradicciones dogmáticas; él estaba dispuesto a industrializar a la Rusia pobre y Feudal. Murió mucho antes de ver a la Rusia convertida en potencia, pero el sistema socialista, aunque incipiente, logró el milagro en apenas 30 años, y con muchas dificultades, incluyendo invasiones, guerras, conflagraciones mundiales, etc. Se logró el objetivo de ese gran hombre como lo fue Illich Ulyanov. Después sabemos muy bien qué pasó. El Socialismo de Lenin se transformó por culpa de unos cuantos en un Capitalismo de Estado, que era manejado por una cúpula. El estalinismo acabó con el socialismo real y, aun así, pasó a ocupar un lugar entre las naciones más poderosas del globo terráqueo, llevándose por delante cualquier disidencia. Hoy en día la Rusia postmoderna busca entre su cenizas asomos de aquellas ideas de sus grandes pensadores. Aún mantiene supremacía en la Europa y comparte junto con China y EE.UU un lugar preferencial entre las potencias. Todo esto debido al esfuerzo de Lenin, sus colaboradores y el pueblo ruso. Venezuela tiene algo en común con las contradicciones de Lenin respecto al capital privado, nacional y extranjero. Veamos por qué.
El aparato productivo venezolano está mermado, no por culpa de la Revolución Bolivariana sino por culpa del mismo sistema precapitalista que aún conservamos. Lamentablemente nuestros industriales están más pendientes de las ganancias extremas que pueden generar para sus bolsillos, que del progreso económico de la nación, que incluye a todos por igual. El fenómeno de la globalización encontró a una industria venezolana sin defensa alguna. Estábamos en una condición de “primitivismo industrial”. Aquí se trabajaba con las uñas; muchos procesos industriales eran manuales y atrasados tecnológicamente. La globalización de los años 1980-1990 nos agarró en pañales, y eso que la supuesta “industrialización” de adecos y copeyanos había comenzado en los años 50. Todo lo que nos decían por radio, prensa y televisión era espejismo puro. La globalización nos obligó a poner los pies sobre la tierra. He aquí cuando comienza la ola de subsidios, subvenciones, créditos blandos, etcétera, supuestamente para ayudar a los industriales a mejorar y modernizar su aparato productivo. El remedio fue peor que la enfermedad.
Queremos pensar que los gobiernos adecos y copeyanos que enfrentaron la globalización de esa manera, querían en verdad ayudar a fortalecer el aparato productivo nacional. Pero personajes inescrupulosos dentro del sector industrial y político, solo hicieron reformas, El chorro de petrodólares desapareció sin lograr la meta esperada; las inversiones en maquinaria no fueron tales, solo compras a precios de gallina flaca, con engordes de facturas de maquinarias obsoletas, anticuadas, sin garantía ni repuestos. Muchos de estos créditos se utilizaron no para potenciar la producción sino para crear empresas de maletín, con las siglas IMPORT & EXPORT. He aquí el comienzo de la debacle industrial en Venezuela. Esta herencia a{un la padecemos.
El Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana se fue igual que Lenin, sin ver la verdadera Industrialización del país. Pero Chávez logró muchas cosas, a escala internacional. El Unasur, Celac, PetroCaribe, Múltiples tratados bilaterales, ingreso al Mercosur etcétera. Es decir, Hugo Chávez creó las bases supranacionales para que Venezuela diera ese anhelado “Salto Cualitativo” que mencionaban Lenin y sus Tovarisch. Pero nos vienen unas interrogantes. ¿Estarán los industriales nacionales convencidos de dar este paso? ¿Estará el Presidente Nicolás Maduro consciente de que necesita la ayuda y la cooperación de los capitales nacionales privados y extranjeros? ¿Estaremos todos los venezolanos sin distingos de ideologías, conscientes de que el problema de la Industrialización es un espacio-tiempo donde no cabe el dogmatismo?. Éstas son algunas de muchas interrogantes que se presentan en este tema tan vital como es la industrialización plena de Venezuela, contemplada en el Proyecto del Presidente Hugo Chávez, como Venezuela-Potencia.
Podrían existir, entre muchos camaradas, las mismas preocupaciones que tenían los bolcheviques sobre la industrialización de la Rusia feudal. ¿Aceptar inversiones privadas? es una pregunta interesante. Pensamos que si el ingreso de capital transnacional en áreas específicas de desarrollo industrial y, que éstas a su vez estén reguladas de manera eficiente por el Estado, no habría que preocuparse por la entrada de capital inversionista. La Constitución tiene reglas claras. Las leyes laborales han sido adecuadas para impedir cualquier explotación desmesurada de activos de la Nación así como de los trabajadores venezolanos. No va a existir explotación del hombre por el hombre al aceptar inversiones privadas. Tampoco lo habrá con el capital privado nacional si este regresa al país.
Existe una duda y una preocupación latente: ¿Los industriales venezolanos se despojarán de su activismo político y actuarán como industriales nacionalistas en función de una ganancia normal y no excesiva para su beneficio propio? He aquí el dilema.
La industrialización debe comenzar de una vez. Debe ser prioridad del gobierno revolucionario, después del 14-A. Comenzará una nueva etapa. No la denominaremos “ciclo”, como saben, los “ciclos” se repiten y se desgastan. La nueva etapa debe ser irreversible, como los 14 años de Revolución del Gobierno del Presidente Chávez. Nosotros hemos querido denominarla la “Evolución” de la “Revolución” sin con ello olvidar los preceptos revolucionarios de la etapa anterior.
Con el comienzo de la industrialización plena y verdadera se dará un duro golpe a la inflación, al desempleo, al informalismo económico, a la economía subterránea, a las importaciones innecesarias. Se avanzará en el objetivo de disminuir la economía de puertos etcétera y, lo mejor de todo, acabar con la pobreza y dar el salto cualitativo esperado y anhelado por el Líder inmortal Hugo Chávez.
Es necesario tener mucha voluntad política, abrir el pensamiento. Venezuela es un país maravilloso donde existen grandes oportunidades para todos. El Socialismo de nuevo siglo debe ser incluyente de todos los sectores, sin sectarismo alguno.
Este 14-A nos jugamos el futuro de tener una Venezuela industrializada por los cuatro costados, o retrotraernos al pasado cuarto republicano (1958-1998), donde el país se dividió y, donde la economía navegaba entre ranchos de tablas y grandes mansiones. Donde la economía se dividió entre grandes gerentes y miles de buhoneros. Esto no puede volver a ocurrir. Los primeros 14 años de la Revolución Bolivariana fueron el principio de un cambio de estructuras, se puso empeño y se logró crear las estructuras supranacionales políticas y económicas. Esta nueva etapa (2013-2025) debe estar dirigida a lo interno de la Nación. Industrialización plena y cero pobreza, de esta manera estaremos saldando una deuda de siglos con el pueblo, artífice y protagonista de los cambios por venir.
Un triunfo de Maduro es un Triunfo de Chávez, y si es de Chávez, es del PUEBLO VENEZOLANO convertido en vanguardia victoriosa.
Es ahora o Nunca…
¡¡Venceremos¡¡
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario