No se trata de acciones aisladas. Muy por el contrario, ambas responden al llamado realizado por el Capriles Radonsky durante su acto de cierre de campaña, el pasado 9 de abril. Entonces, el candidato de la derecha llamó a sus seguidores a permanecer en los centros de votación luego del cierre de jornada: “En este proceso no podemos votar todos a la misma hora. Tenemos que repartirnos durante
el día y además quedarnos para las auditorías. Los enchufados son especialistas en correr a última hora. Tienen información que nosotros no tenemos”.
Esta táctica se enlaza con el discurso mediático que busca -una vez más y contra toda evidencia- descalificar al CNE y desconocer los resultados. Durante la mañana se difundían ya notas como éstas:
Veedores denunciaron ventajismo
(http://www.el-nacional.com/
Rector del CNE alerta sobre "voto asistido sistemático" en varios estados del país
(http://globovision.com/
Tibisay Lucena, la rectora principal del CNE, ofreció su primer reporte: al mediodía de este domingo se han recibido unas diez denuncias de delitos electorales menores, como personas que se comieron el comprobante luego de votar, un ciudadano que entró a votar armado, etc. El núcleo del mensaje: la novedad es que no hay novedad.
Pero el llamado del liderazgo opositor a permanecer durante las auditorías y la vaga insinuación sobre el manejo de la información por parte de “los enchufados” han servido para azuzar la violencia de
algunos, como los jóvenes de Operación Soberanía, los mismos que en los últimos días han protagonizado actos de provocación violenta en el marco de lo que llaman “protesta pacífica”.
En su perfil de FB, este grupo propone tácticas como intentar borrarse la tinta del dedo y volver a votar, para ayudar “a rayar al CNE“.
También animan a “exigir que se abran todas las cajas y se cuenten todos los votos”, una vez concluido el proceso de votación. Al respecto, el mismo rector Vicente Díaz -identificado con el candidato de la derecha- sostuvo que, luego de sufragar, las personas deben retirarse del centro electoral y esperar los resultados en paz, resaltando que “los actos de escrutinio y auditorías de cierre son públicos pero no masivos”.
En definitiva, la estrategia del sabotaje ya se manifiesta. ¿La buena noticia? Queda claro que no nos encuentran de brazos cruzados. Estamos tranquilos pero bien alertas. Hay pueblo movilizado en la calle. No se equivoquen.
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